El cantante nació en Alejandro Roca, un pueblo de Córdoba. Y a los 20 años se fue a vivir al sur de la provincia de Santa Fe, a la ciudad de Venado Tuerto, donde aún reside. Allí comenzó a relacionarse con la música.
"Yo era muy chico. Me iba a los bailes con el entusiasmo de un pibe; soñaba que iba a estar arriba del escenario. Me subía con los grupos, les robaba la pandereta o el güiro y me ponía atrás de todo, tratando de seguir el ritmo", recordó.
Su primer acercamiento al mundo artístico se produjo cuando participó de un famoso programa de televisión, en 1983.
"Mi comienzo fue cuando a Venado Tuerto vino el queridísimo y recordado Roberto Galán, buscando voces para el programa Si lo sabe cante. Ahí fui uno de los pre seleccionados, con un tema de Salvatore Adamo", detalló.
A partir de allí, Oyola se volcó a cantar con algunos grupos tropicales de la zona. Hasta que en 1992, durante los carnavales del pueblo de Vedia, en la provincia de Buenos Aires, conoció a Ricki Maravilla, quien le hizo una propuesta inesperada.
"Me hizo llamar por uno de sus asistentes. Me saludó y me preguntó si tenía un disco grabado. Y me dijo que trabajaba con una compañía en Capital, que necesitaba artistas nuevos. Toda la vida se esperan estas cosas", se entusiasmó.
En consecuencia, viajó a Buenos Aires y se aventuró en Phonodisc Records, un espacio de grabación de la movida tropical. El lugar estaba comandado por el fallecido productor Miguel Escalante.
"El lunes estaba golpeando las puertas en el estudio. Ahí fue donde buscamos el perfil de Corchito Show, con canciones pícaras", observó.
Un momento de Claudio Oyola en la actualidad. Bajo el nombre de Corchito Show, el artista anima fiestas privadas con canciones pícaras. Facebook.
Se refiere a la figura artística que aún representa: un cantante de canciones con doble sentido.
La intención de Escalante era que compita en el mercado con artistas como Pocho La Pantera y Ricky Maravilla, grandes intérpretes de la picaresca. Y Oyola tenía el perfil exacto.
"Aparentemente, sabía decir la picardía. Porque si la decís mal, cae mal. En cambio, si la dice Ricki o Corchito, cae bien", reflexionó.
Así nació el apodo de Corchito, un sobrenombre ideado por Juan Carlos Túbaro, bajista y líder de Los Moros.
Pese a la experiencia, Oyola optó por alejarse del circuito.
"Yo había decidido dejar la música. Me parecía que estaba hecho. Para un provinciano, no conocer la Capital, y no tener los medios para viajar, era muy difícil. Ya había logrado lo que quería: grabar un disco", afirmó.
Sin embargo, hubo un hecho que modificó sus planes.
En 1999, Claudio Oyola firmó contrato con la discográfica Magenta y se transformó en el vocalista de Los Quimbayas. Facebook.
Una selfie de Claudio Oyola en el frente de Fantástico de Once. Esa noche, Los Quimbayas actuaban junto a Commanche y el grupo Lágrimas. Facebook.
En 1999, hubo compañías discográficas que lanzaron bandas con un estilo tropical colombiano, adaptado a los sonidos de Buenos Aires. La empresa DBN editó a Tambó Tambó, mientras que Leader Music hizo lo propio con Onda Sabanera.
Como resultado, la disquera Magenta se sintió obligada a actuar de la misma manera. Y le solicitó al productor Escalante que armara un conjunto de esos parámetros.
"Miguel se fue a la casa, pensando qué hacía. Y al otro día, a la mañana, se despertó con un golpe mío en la puerta. Cuando abrió, dijo: "Dios querido, quién te puso en este lugar?". Ahí agarró la guitarra y me hizo cantar Si querés llorar, llorá. Y en cuestión de diez días ya estaba el disco terminado. Una cosa de locos", calificó.
Así Oyola se transformó en el cantante de Los Quimbayas. Y el 21 de noviembre tuvo su debut en New Metrópolis, en el barrio porteño de Palermo.
El conjunto editó dos discos: Suena el acordeón, llegan Los Quimbayas (1999) y Amigo (2000).
Las tapas de los dos discos que Los Quimbayas lanzaron al mercado. Suena el acordeón, llegan Los Quimbayas (1999) y Amigo (2000).
No obstante, pese al furor de la primera temporada, la banda llegó a su final. Para el vocalista, las causas fueron los cambios del mercado de la música y las distancias.
"Yo creo que dejó de ser un negocio. Ya en el ´99 arrancó la cumbia villera. Además, nosotros no estábamos sólidos; era muy engorroso viajar desde Venado Tuerto a Capital. Entonces, los músicos se fueron alejando", conjeturó.
Un desenlace que le causó mucha tristeza.
"Fue muy duro llegar a algo y no poder sostenerlo. Me duele mucho no seguir con esta música que me encanta", admitió.
Aún así, lo que más molestó a Oyola, es que nadie se haya comunicado con él. Los Quimbayas finalizaron sin que haya habido un diálogo de por medio.
"Acá tenemos otros códigos. Somos provincianos y creemos en la gente y en la palabra. Nos dejaron de lado. No nos llamaron más. Hubo una falta de educación para con nosotros. Por lo menos, tenerme frente a frente y decirme: "Esto es un negocio, no funciona más, volvete a Venado Tuerto". Se fue desgastando y no fuimos más", reveló.
En la actualidad, el artista trabaja en su ciudad como Corchito Show e interpreta canciones como El sátiro de la bombacha, La bombilla de cuero y Mi novia el travesaño, entre otras.
"Corchito se la tiene que rebuscar. Hacemos fiestas privadas, bailes populares. Y siempre la gente sale a divertirse. Y si yo le puedo sacar una sonrisa, para mí está fantástico", confesó.
Pero al mismo tiempo, se desempeña en la Municipalidad de Venado Tuerto, bajo la órbita del área de Espacio público.
"Eso es lo que tengo yo, que puedo estar barriendo una calle o en los grandes escenarios de Capital. La fama es puro cuento. La gente no te perdona que te subas a un caballo. Yo no me hago el humilde. Soy provinciano, soy así", se definió Oyola.
Escuchá la nota completa acá:
La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 1º de julio de 2017.
Corchito fue, es y sera un grande, el unico que llego a la cima sin poner un peso, solo con su talento. Corchito es el mejor, porque es mi tio
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