post top

viernes, 11 de agosto de 2017

"ME ENCANTA LA CUMBIA"

Rubén "Quesito" Pavón, líder de La Banda de Carlitos, reconoció su pasión por la música tropical. El cuartetero es el artista que más canciones de Buenos Aires incluyó en su repertorio. "Tratamos de que tengan esa onda porteña", expresó en conversación con Cumbia de la Pura.



Ocurre que el mercado musical de Córdoba se modificó. Los grupos de cuarteto no realizan tunga tunga exclusivamente. Sino que incluyen cumbias en sus espectáculos. Un suceso impensado años atrás.

"Cambió mucho Córdoba. La cumbia no era mala palabra, sino que era muy poco escuchada. Nadie se animaba a hacerla. Si agarrás un disco de hace siete años, nadie grababa más de una sola cumbia. Yo tengo seis o siete por disco. El que más cumbias hace soy yo", aseguró Pavón.

Y confesó su fanatismo por la movida tropical.

"Siempre me gustó la cumbia. Soy el admirador número uno de La Nueva Luna. Me encanta", se entusiasmó.

Acto seguido, el vocalista describió el tipo de canciones que componen su show.

"Hacemos fusión de varias cosas. En un baile de La Banda de Carlitos escuchas cumbia, un reggaetón cumbiero, una cumbia cuarteto o un cuarteto joda", afirmó.




Y contó que el director de su conjunto, Sergio "Chingolo" Ledesma, quien toca los teclados, es vital para la adaptación de los temas.

"Nuestro director es muy abierto. Le digo: "Me gusta esta cumbia". Y tratamos de hacerla igual o parecida. Y que tenga esa onda porteña que a la gente le gusta", observó.

Otra característica de La LBC es la utilización de modismos típicos de la cultura joven de Córdoba. Por ejemplo, Oli fiero ta (2009), Ze baila ati ati y no shee...!!! (2013) y Contala como kieras (2016), son algunos de los títulos de sus discos.

Estos vocablos también son obra del director musical del conjunto.

"A Chingolo le gusta el lunfardo cordobés. Es el autor de Dale vieja", apuntó Pavón, en referencia a la canción que popularizó su colega, Ulises Bueno.

Para Quesito, el uso del lenguaje de la juventud colabora a la atracción del público.

"Actualizarse, día a día, ayuda mucho. La gente se identifica dentro de la gracia", opinó.


Ze baila ati ati y no shee...!!!, editado en 2013, es uno de los discos de La Banda de Carlitos que refleja el uso de modismos de la cultura joven de Córdoba. "Actualizarse ayuda mucho", reflexionó "Quesito" Pavón, vocalista del conjunto.


En otro aspecto, el vocalista contó el origen de su sobrenombre.

"Cuando era chico jugaba al pool y siempre me ganaban. Me tenían de queso. No es por las zapatillas y el olor a pata", bromeó.

Y recordó sus comienzos en la música de cuarteto. Pavón se inició en Dieguito y su Banda, la orquesta liderada por Diego Olmos.

Hasta que en 1995 se sumó a una agrupación liderada por Carlos Bergoña, titulada La Banda de Carlitos. El dueño del conjunto consideró que la empresa le representaba un gasto y se la ofreció en varios pagos.

"Yo era cantante líder, plomo e iluminador. El hombre estuvo unos meses y me vendió la banda con instrumentos y todo. Me dijo: "Pagámela en cuotas, pero seguí llamándola así". Yo no tenía un peso para comprarla", memoró.

"Yo laburaba en un frigorífico. La banda era para un hobbie de fin de semana. Desde 1995 hasta 2002 estuvimos tocando en fiestas de cumpleaños, casamientos, quince años, despedidas de soltero y divorcios", detalló.

En ese lapso de tiempo, el vocalista vivió una experiencia inédita. En 2001, a través de Lorena Jiménez, hija de Carlos "La Mona" Jiménez, fue convocado a actuar en una obra de teatro. El espectáculo se denominó La noche continúa y se desarrolló en el Teatro Libertador General San Martín, dentro del Festival de Teatro del Mercosur.

"Fue una experiencia muy linda. Era la primera vez que tocaba un conjunto de cuarteto en el Teatro Libertador", se enorgulleció.




Un año más tarde fue cuando comenzó el despegue de La Banda de Carlitos. El grupo se instaló en una pequeña discoteca, donde triunfó gracias al tema Locura.

"Llegamos a un boliche de 200 personas, que se llama La Zona. Ahí estuvimos desde 2002 hasta 2004", describió.

En esa época, la agrupación continuaba sin ser redituable. Entonces, el artista pensó en abandonarla y dedicarse al reparto de carne. Sin embargo, el destino lo colocó de nuevo en el camino del cuarteto.

"Las cosas pasan por algo. Yo había dejado la música en 2003. Estaba esperando un hijo y la banda seguía siendo un hobbie. Y cuando iba a empezar a trabajar un lunes con el camión del frigorífico, se cayó el laburo. Eso fue en noviembre. Y durante diciembre y enero tocamos casi todos los días en fiestas y despedidas de año", evocó.

Ese mismo verano se produjo el gran salto de La Banda de Carlitos, que actuó por primera vez en un escenario de mayor amplitud: el club Maipú.

"Nos vino a buscar el empresario Marcos Farías para tocar en un boliche de mil personas. Yo no me animaba y le decía que no. Hasta que me dijo: "Hagamos el baile. Si nos va mal, me hago cargo de los gastos". Y metimos 600 personas. Me gané 1500 pesos", recapituló.




Quesito fue entrevistado por Cumbia de la Pura a poco de celebrarse un nuevo Día del Cuarteto. En este 2017, el tunga tunga cumplió 74 años.

En relación con el género, fue consultado por el caso de Walter Romero, el ex vocalista de Banda XXI que se suicidó en el mes de abril.

"Fue un caso difícil y complicado. Su determinación fue muy dolorosa. Yo no estoy de acuerdo en que se haya quitado la vida. Pero llega un momento en que la mente te hace una mala jugada. No sos vos el que decide", expresó.

Y reveló un capítulo muy frágil en su vida.

"Yo le tengo terror a la muerte. El año pasado me agarró un ACV (Accidente Cerebro Vascular) y perdí la memoria. Estuve casi dos meses sin tocar. Ahí me di cuenta de que la cabeza se maneja sola", aseveró.

El infortunio caló hondo en Pavón. Su círculo íntimo se vio obligado a suspender todos los shows. Ocurre que el vocalista perdió noción de la realidad y regresó en el tiempo. Su mente lo hizo retroceder unos trece años.

"Soy un hombre que no toma drogas ni alcohol. Por eso no tuve ninguna secuela física. El ACV busca la parte más débil de tu cuerpo. Como el mío es fuerte, el golpe fue al cerebro. No me acordaba de nadie. Ni de mi hijo. Del año 2003 hacia adelante, no conocía nada. Pero hacia atrás, era como si hubiese sido ayer. Fue un episodio muy raro", confesó.

Asimismo, opinó sobre la actualidad de la música de cuarteto. El género, además de la muerte de Romero, sintió los fallecimientos de Pocho La Pantera y Sebastián.

"Hubo muchas pérdidas, pero también hay cosas lindas. Como Ulises Bueno que está llevando el cuarteto a todos lados. Es impresionante. Es un compañero que conozco hace años, que ha peleado y se ha puesto la banda en el hombro", destacó.

Escuchá la nota completa acá:



La entrevista fue realizada en vivo en la tarde del sábado 3 de junio de 2017.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Archivo del Blog